Pastor Principal

Rev. Rigoberto Banuelos

CONOZCAN A NUESTRO PASTOR

Con un corazón encendido por el Evangelio y una dedicación que abarca más de 25 años de servicio fiel, el Pastor Rigoberto Banuelos se erige como un faro de luz en su comunidad. Como un hombre apasionado de Dios, el Pastor Rigoberto encarna un compromiso ferviente con la predicación de la verdad y el servicio al Señor con devoción inquebrantable.

Nacido y criado con una fe arraigada, el viaje del Pastor Rigoberto hacia el ministerio comenzó con un profundo llamado a difundir el Evangelio y avanzar en el reino de Dios. Su estilo de predicación dinámico, marcado por una sabiduría ungida y claridad, resuena con todos los que lo escuchan, acercando a las personas a la verdad de la palabra de Dios.

A lo largo de sus años de ministerio, el Pastor Rigoberto ha permanecido firme en su misión de proclamar las Buenas Nuevas, trabajando incansablemente para encender un fuego de avivamiento en los corazones de creyentes y buscadores por igual. Con una mentalidad de reino, lidera con el ejemplo, inspirando a otros a vivir vidas de propósito, pasión y servicio.

Como pastor del rebaño, el Pastor Rigoberto Banuelos pastorea a su congregación con compasión y sabiduría, guiándolos en un viaje de crecimiento espiritual y transformación. Su liderazgo se caracteriza por la humildad, la integridad y un profundo amor por Dios y su pueblo.

Más allá del púlpito, el Pastor Rigoberto es conocido por su corazón de compasión y su disposición para extender una mano amiga a aquellos que lo necesitan. Ya sea a través de iniciativas de alcance comunitario, sesiones de consejería o actos de bondad, él encarna el amor y la gracia de Cristo en todo lo que hace.

Con una visión alimentada por la fe y un corazón rendido a la voluntad de Dios, el Pastor Rigoberto Banuelos continúa impactando vidas y transformando corazones, dejando una marca indeleble en el reino de Dios y en el mundo que lo rodea. Verdaderamente, él es un siervo fiel, un predicador apasionado y un líder amado en el cuerpo de Cristo.

"Pedro respondió: 'Arrepentíos y sed bautizados todos vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de vuestros pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.'" - Hechos 2:38

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